lunes, 21 de febrero de 2011

Sano y Salvo

Nunca apuesto algo que se que no voy a ganar.

Seguridad

¿Que diversión tiene la apuesta entonces?

Algo que supuestamente trata de arriesgar, jugársela.

Ya no es peligroso.

¿No cumple su fin, si no tenemos el beneficio de la duda?

Tal vez y solo tal vez. La satisfacción de saber que ganaras desde un principio es mas importante que eso, olvidamos la diversión pasamos al objetivo.

La frivolidad de conseguir.

Aun que creo que el lugar cálido y tranquilo de la seguridad, contrarresta todo eso.

Tu confianza aparta todas las mínimas posibilidades de que algo salga mal, como si lo bueno y lo malo no fueran polos opuestos que se repelen, sino dos Nortes que se apartan.

Muy, muy lejos.

Seguridad, tan fuerte y solida como una bóveda, imposible de quebrantar, de romper, de traspasar.

Solamente por que sabes la respuesta.

Nos basamos en conocimiento ¿cierto?

De otra forma... Serias invencible.


La determinación que posees, es tu mejor arma, tu mejor trampa.
 Custodia que el secreto no se conozca.

¿O si no? Supongo que empezarás a perder las apuestas

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